Esta postboda se hizo en Baeza, que como ya hemos comentado infinidad de veces, a nosotros nos encanta. Pero teníamos reservada una sorpresa extra pues la parte final decidimos hacerla en el Puente de Ariza, que un lugar al que teníamos muchísimas ganas de que fuera el escenario perfecto para una fotos. Y efectivamente el atardecer que allí vivimos, no nos defraudó y quedamos prendados de la magia de este puente que ha estado sepultado bajo el agua tanto tiempo.

En la preboda de Manuel y Carmen una de las grandes protagonistas fue la Vespa, que entre el y su hermano han restaurado con mucho mimo, y no podía faltar en este momento tan especial.

La otra protagonista fue la naturaleza, que nos regaló un atardecer de película, del que disfrutamos un montón.

Ellos son todo un encanto y no dejan de sonreir y de hacerte el trabajo súper fácil y así todo fluye con muchísima facilidad. Con todo este cóctel preparado, la preboda era todo un éxito, y nosotros así lo creemos.

Este finde llega su gran día, y allí seremos testigos de como se dan el Sí Quiero.